
Mi naturaleza me impide renunciar al ideal romántico. Los tropiezos duelen, sí; pero, también, dejan grandes enseñanzas. Las situaciones más hermosas de la vida ocurren como por casualidad, llegan sin buscarlas. Un día, volteas hacia atrás y no sabes ni cómo llegaste ahí, solamente sabes que no quieres soltarte.
OHGG, Octubre 2018
No; me niego a renunciar a ti
Me opongo a darme por vencido
Sabiendo que eres felicidad y paz
Me rehúso a transformarme
Me resisto a creer en un «amor» sin bondad
No soy partidario de la mentira, ni del engaño
Sí; admito que me has burlado
Te has presentado en destellos
En otros rostros, en otros cuerpos
Me has hecho creer haberte encontrado
Me he enamorado como loco, sin cura
Pero has decidido que no era tiempo de quedarte
Me has regalado tu abandono
Me he visto con el corazón hecho pedazos
Y sé que has intentado remediarlo
Es imposible suplantar un alma
Siempre se acaba por descubrir al impostor
Entiende: Nadie puede llenar tus zapatos
No sucumbiré ante la amenazante soledad
No otorgaré crédito al dolor de ocasión
Ni daré importancia a los prejuicios
Seguiré siendo quien soy
No olvidaré mi capacidad de amar
Continuaré actuando con pasión
¿De dónde emanan tanta locura y necedad?
Del terror a vivir lo común
De lo vacío que es ser ‘uno más’
Seré el luchador más incansable
Juro que voy a encontrarte
Pues es mi mayor anhelo
Perseguiré la historia diferente
La que dota de razón a la ilusión
Aquella que promete volver realidad el sueño
Anda y diviértete libremente
Que, cual sabueso, sigo tus pasos
Sin renuncia, sin descanso